jueves, 19 de enero de 2012

Primer análisis- Oldboy


Desde hace varios años las películas asiáticas han dado mucho de que hablar y esta perturbadora obra de Chan-Wook Park no fue la excepción. Ganadora de mas de 16 premios incluyendo mejor película extranjera otorgado por los Premios de la Asociación de Críticos de Cine de Austinesta esta película se posiciona entre las mejores y básicas de análisis dentro del cine asiático mundial.
Oldboy es una película inspirada en el manga japonés de Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi. titulado con el mismo nombre.http://www.youtube.com/watch?v=LPUEXu6GeRw
En este filme se muestran los típicos usos y costumbres de frecuente plasmación en el cine oriental. La familia, el honor, la vergüenza y el tormento psicológico entre otros son usados para llevar esta historia a un  nivel perturbadoramente psicótico.
Oldboy cuenta el momento de desconcierto que se centra el personaje principal Oh Dae-Su cuando sin motivo alguno aparente es secuestrado y encerrado durante 15 años apareciendo en la calle del mismo modo inesperado, con la única misión de encontrar a su secuestrador, mas tarde se dará cuanta que mas importante que el quién es el por qué.
El adolecente Dae-su se metió en serios problemas al encontrar a dos jóvenes HERMANOS teniendo relaciones intimas, matando, metafóricamente, a la parte femenina de dicha relación divulgando por toda la sociedad que estaba embarazada de su propio hermano. Sin poder soportar la presión psicológica que esto conllevaba la joven se termina suicidándose iniciando con ello una cadena de venganzas y violencia irracional. El hermano profundamente herido por la muerte de su amante crea un plan sumamente psicótico en contra de Dae-su, que consiste en volverlo incestuoso a el también.
Nuestro protagonista ha olvidado aquel suceso que marco su pubertad y hecho una familia, siguiendo con su vida normal hasta que un día es secuestrado y encerrado durante quince años en las sombras, en los que se mantuvo entrenando pata tomar vengaza. Saliendo se entera que su esposa esta muerta y su hija lejos, volviendo como su único objetivo averiguar quien le hizo eso, encontrarlo y hacerlo pagar. Lo único con lo que nuestro héroe no contaba era con enamorarse de una joven cocinera que al parecer es el apoyo que necesitaba (SU HIJA).
Cuando por fin logra resolver el puzzle, encuentra una verdad perturbadora. Su querido amor es su hija y el también ha cometido incesto cumpliendo por fin con la venganza del hermano y cometiendo con ello actos sumamente difíciles de tragar. Es aquí donde el filme revela que lo que nos trae no es una, sino dos historias de brutal venganza, simultáneas y muy meditadas. Por supuesto, el encerrador cuenta con ventaja sobre el encerrado.
Old Boy” no es una película para todo público. No sólo estoy hablando de edades. Estoy hablando de sensibilidades, gustos y experiencias anteriores.
Para probar “Old Boy” tienes que tener la garganta curtida, incluso algo insensibilizada de deshechos, mugre y vísceras audiovisuales. Tienes que haber visto correr mucha sangre y visto caer muchos muertos en pantallas grandes y en pequeños monitores. Tienes que ser, ojalá, una persona sensata, equilibrada y compasiva en tu vida normal, pero transformarte, de alguna forma, en un monstruo insensible, frío, vengativo y amoral si la pantalla así te lo exige.
¿Por qué insensible? Porque Old Boy es una película recargada. Es cocina oriental pero con demasiado picante. En toda película de venganza, hay violencia. Pero acá se multiplica por diez. En toda odisea, el héroe sufre. Pero aquí sufre demasiado. ¿Por qué amoral? Porque cualquier juicio de valor moral dificulta el juicio de valor estético.
Las dos razones a mi parecer dignas a analizar a mi parecer son fondo y forma. Más forma que fondo, creo, pero puedo equivocarme. Las películas de venganzas y criminales nos gustan básicamente porque nacemos con culpa. Queremos cosas. Pero la gente se interpone. Nos damos codazos. Y existe el impulso de sacar a la gente a patadas, a martillazos, sacarles los dientes, cortarles los dedos. Pero reprimimos el impulso y nos convencemos (menos mal) de que es lo correcto. La película de venganza es un procesamiento, una ilustración de ese camino. La película de venganza (al igual que el subgénero, adulterio) parte con un personaje que no se reprime, sino que cede al impulso y dispara, saca dientes, rompe caras y lo disfruta (nosotros con él), pero luego viene el aprendizaje de la culpa. La venganza nunca resulta lo buena que parecía al comienzo, se vuelve contra nosotros y se torna vacía. Y al final es un género didáctico. Salimos reconfortados al ver que, al final de cuentas, hacemos lo correcto. Reprimirnos es bueno, la amarga culpa sirve de algo.
Pero la forma es nueva. “Old Boy” es un despliegue de forma y recursos cinematográficos realmente alucinantes. Chan-Wook Park no filma para la señora Juanita. Chan-Wook Park asume que su público es igual de vivo, rápido y culto cinéfilamente que él mismo. Sabe que cuando te dicen AB, uno inmediatamente piensa Z. Sabe que estamos cansados de ver fórmulas repetidas. “Old Boy” es grande porque es original. Siempre opta por el riesgo, por lo no visto, por el rompecabezas, por la no explicación. En un universo repleto de insultos a la inteligencia oldboy te viene a mostrar lo que nadie.

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